La aventura en buggy del desierto de Sinái: una experiencia que no llenó nuestros esperanzas
add_circle Pros
- Vistas impresionantes del desierto
- Una oportunidad de experimentar un entorno nuevo
remove_circle Contras
- No tan emocionante como prometían
- Peticiones constantes de dinero
Galería


Editor's Summary
La aventura en buggy del desierto de Sinái fue una experiencia decepcionante que no cumplió con las expectativas.
Specifications
Regresamos de la aventura en buggy del desierto de Sinái con un sabor agridulce. Mi pareja estaba emocionada, yo estaba nervioso, y los folletos prometían dos horas de adrenalina ininterrumpida. Pero lo que obtuvimos fue un recorrido tranquilo y sin emoción.
Después de un breve espera, nos llevaron al lugar donde 'obligaron' a comprar mascarillas de arena por un dólar cada una. Si querían que nos incluyeran en el costo inicial, habría sido más conveniente. Nuestro guía nos ayudó a ponérselas y nos dio cascos también.
El paseo en buggy: una decepción
Estuvimos sentados en el buggy y nos llevaron a la primera en la caravana detrás de nuestro instructor. La tormenta de polvo bloqueó nuestra vista del resto del grupo, por lo que pudimos disfrutar del paseo sin el caos. Los primeros minutos fueron bastante emocionantes, con el vasto horizonte del desierto extendiéndose ante nosotros. Sin embargo, a medida que las horas pasaban, se hizo claro que esta no era una aventura extrema. Estábamos avanzando a una velocidad de tortuga, y el buggy parecía estar luchando por mantener el ritmo. Fue más como un paseo tranquilo que una experiencia emocionante.
Detuvimos el buggy después de 20 minutos para tomar algunas fotos y tener un descanso. Nuestro guía ofreció tomar algunas instantáneas de nosotros con el impresionante paisaje de fondo, pero solo si estábamos dispuestos a sacar un extra. ¡Qué decepción! Era ya parte de la excursión, ¿no? También había una niña vendiendo recuerdos cerca, lo cual fue un buen toque, pero se sentía como otra forma de sacar dinero de nosotros.
A continuación, nos dirigimos a una aldea beduina para tomar un té y relajarnos. El escenario fue directamente de una película, con varios tiendas instaladas y los 'beduinos' recostados en cojines. Incluso nos animaron a tomar fotos con el camello, que parecía estar bastante mal. Debo admitir que estaba un poco reacio a acercarme, especialmente cuando vi el precio de los recuerdos. Pasamos por alto el té y regresamos al buggy para la última etapa de nuestro viaje.
El desencanto: Una espera interminable
El resto de la experiencia fue un gran desencanto. Pasamos más de una hora sentados en el desierto, esperando a que el grupo terminara su paseo. Estaba oscureciendo, y estábamos hambrientos, pero estábamos atascados allí. La monotonía del paseo y las constantes peticiones de dinero por todo, desde fotos a recuerdos, fue agotadora. Finalmente regresamos al hotel a las 7 pm, sintiéndonos exhaustos y decepcionados.
Al reflexionar sobre ello, creo que obtuvimos lo que pagamos – una vista impresionante del desierto, pero no la emoción que prometían. Si buscas un paseo relajante por el desierto, esta podría ser una buena opción. Sin embargo, si esperas una auténtica dosis de adrenalina, estarás profundamente decepcionado.
